lunes, 4 de febrero de 2008

Una llamada por teléfono

Un sábado de cada mes voy a Sevilla y siempre aprovecho para meterme en la Casa del Libro para hojear las novedades. También compro algunos libros con el presupuesto que tengo para la biblioteca. El sábado pasado compré dos novelas que me pedían mis usuarios y que ya he registrado, sellado, catalogado, clasificado... Y ahora estoy deseando que llegue una hora prudente para llamar a esos usuarios por teléfono y decirles que ya tengo aquí los libros que me solicitaban. Siempre que hago esto noto cómo les doy una alegría a estas personas pero, a veces, no sé a quién le hace más ilusión, si a ellos porque les llamo o a mí por darles una buena noticia los lunes por la mañana.