martes, 3 de junio de 2008

Más valor que el alcoyano

A mí siempre me ha gustado muchísimo conducir. De hecho, cuando me saqué el carné con 18 años, recuerdo que ese día fui la mujer más feliz de la tierra. Y más tarde, cuando me compré mi primer coche y venía e iba sola a Madrid los fines de semana me encantaba. Creo que esa afición la ha heredado mi hija, a la que hace tiempo que enseñé a conducir en el campo (pero sin pasar de segunda, ¿eh?). El domingo por la tarde estuvimos las dos otra vez haciendo prácticas con el coche, y lo hace muy bien, pero se ha enganchado de tal manera que no deja de darme la lata porque quiere volver a conducir. He de decir que no sé si será porque a mí me gusta mucho pero me alegro de que mi hija, con 11 años, tenga ese interés por aprender a manejar un coche, aunque reconozco que tengo más valor que el alcoyano...