miércoles, 18 de junio de 2008

Bola "milagrosa"

Hoy escribo mucho más tarde de lo habitual y es que se me ha estropeado el ordenador de la biblioteca desde donde suelo escribir todas las mañanas. He probado con otros ordenadores pero no podía acceder a este apartado. En fin, menos mal que mi amigo Raúl me ha dado la fórmula para poder escribir desde otro lugar.

Ayer llegué agotada de Mérida no sé si por el calor que hacía o porque me tocó hablar muy tarde, a las cinco de la tarde, hora taurina. Así que cuando llegué a casa le pedí a mi hija que me diera un masaje con la rana masajista que me regaló el día de la madre y con una bola que también me compré hace unos días. Se trata de una bola de plástico con pinchitos que sirve, como ya digo, para dar masajes. Nos lo enseñaron en el gimnasio y es una maravilla. Mi hija accedió a darme ese deseado masaje (haciéndome chantaje, claro está) con esta bola "milagrosa" y reconozco que me recuperé bastante y quedé muy relajada. Por lo visto la recomiendan para los problemas de espalda y todo. Hoy intentaré convencerla de nuevo para que me dé otro de esos masajes (que casi los da como una experta) y que te ponen en forma aunque tenga que darle otro a ella a cambio, que también le gustan mucho...