domingo, 1 de junio de 2008

Licor de zarzamora salvaje: el desenlace

Como dije ya volvieron Emilita y "el niño" de Cracovia. El viernes por la noche llegó Emilita al bar con una sorpresa: cantando la canción de la Zarzamora traía una botella en la mano (aquí tienen la foto de la botella), justo de licor de zarzamora. Se había enterado de la broma cuando llegó aquí y leyó mi blog. Entonces rebuscó en su bodega (en la que debe haber de todo) y encontró esta botellita de un licor hecho en el Jerte (encima extremeño...). Nos contó que en Cracovia preguntó a los guías cómo se traducía zarzamora en polaco. Los guías no tenían ni idea, sólo conocían bien el Vodka. Entonces movilizó a todos los que iban en su grupo de excursión (más de 200 personas) para que encontrasen ese licor tan preciado que le habían encargado. Por lo visto buscaron y rebuscaron y lo único que encontraron fue licor de cereza, que TODOS compraron pensando que sería tan bueno como el de zarzamora. Pero aquí, en el bar, nos obligó a dos amigas (Deli y Marta) y a mí a beber un vasito de licor de zarzamora, y ¡ay de ti como intentases irte sin tomar la última gota! Creí que me quemaba la garganta y todo el aparato digestivo. Bueno, creo que eso sirvió como venganza...




La pegatina de "Bienvenidos a Cracovia" la había pegado Emilita...