jueves, 13 de marzo de 2008

Internet en la biblio

Hace más de un año que instalaron en la biblioteca cuatro ordenadores con acceso a internet para uso público. Estos ordenadores han supuesto la felicidad de los jóvenes y los niños que, como todo está en "el intené", ya no se esfuerzan en buscar en las enciclopedias, diccionarios, atlas, etc., obras estas que a ojos de la juventud pertencen al Pleistoceno. Pero no sólo los jóvenes vieron el cielo abierto con los ordenadores. Los más mayores, ya adultos, también vienen a pasar horas y horas delante de la pantalla y no exactamente para consultar el correo o buscar información para algún trabajo. Yo, al igual que otros usuarios, puedo ver lo que están mirando porque los ordenadores los tengo a mi derecha y no a mucha distancia, pero ellos no se cortan (que conste que a mí me da igual lo que hagan pero me siento molesta por el resto de usuarios que sí están algo incómodos). Por supuesto que si hubiera niños delante ya les habría llamado la atención pero como son muy listos sólo vienen por las mañanas, que no hay niños. Esta es una especie de lacra que tengo con estas personas a las que no sé si decirles algo o no, o cómo decirles que los ordenadores no están para eso, y que nos les siente mal o me digan que para eso la biblioteca es pública... ¿Alguna sugerencia?