viernes, 11 de enero de 2008
San Viernes
Me acuerdo que cuando estaba estudiando y llegaba el viernes todos nos poníamos muy contentos, algunos incluso cambiaban de carácter. Después, cuando empecé a trabajar, comprobaba que cuando llegaba el viernes esa alegría entre mis compañeros de trabajo (a los que por primera vez escuché hablar de San Viernes) era la misma que la de mis compañeros de estudios. Yo también me alegraba y siempre ha sido el día más esperado de la semana. Pero, ¿saben el motivo?, ¿se imaginan en qué puedo estar pensando?, ¿será porque mañana no tengo que trabajar?, ¿será porque tengo dos días por delante para no venir a la biblioteca? Pues no. Siempre me gustó, me gusta y me gustará el viernes porque sé que al día siguiente el despertador no sonará a las siete de la mañana y... ¡podré dormir hasta las tantas! ¿No es una excusa para estar feliz?
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