Dirán que soy una pesada con esto del calor y las altas temperaturas en la biblioteca pero es que justo ayer terminaron de instalar el aire acondicionado y es no sólo una novedad para mí sino para mis jovencitos, que vendrán a estudiar más "contentos". Ahora me encargo yo de los tres mandos a distancia de los tres aparatos que han puesto (creo que me tendré que comprar una especie de consola para estos mandos) y esta mañana, en cuanto he entrado en la biblioteca, he puesto en marcha dos de ellos. Como los niños pequeños cuando les dan un juguete nuevo, así estoy yo, encendiendo y apagando el aparato, subiendo la temperatura, bajándola... Bueno, lo que espero ahora es que no haya peleas entre esta juventud, que unos tengan más frío que otros y vengan a quejarse a la "dueña" de los mandos... Y es que, eso sí, la mejor animación a la lectura de este verano en esta biblioteca va a ser, cómo no, el aire acondicionado.