No sé si será un poco tarde a estas alturas de curso pensar en preparar un desayuno sano para mi hija, pero el caso es que desde hoy sus desayunos serán diferentes. Ella, al igual que yo, es incapaz de tomar nada recién levantada por lo que siempre le preparo un bocadillo para el recreo. Pero a partir de hoy hemos cambiado ese bocadillo por una cosa diferente cada día. Los lunes será el bocadillo, los martes una fruta, los miércoles un lácteo, los jueves otra fruta y los viernes otra vez lácteos. Ella está muy entusiasmada con este cambio y yo tengo menos remordimientos al no tener que pensar que solo desayuna bocadillos...