Suelo tener pegado en mi mesa un calendario pequeñito que todos los años voy cambiando a principios de enero. Este año he querido hacer lo mismo pero me topé con un problema: no sé si la crisis también ha llegado a los calendarios pequeñitos o qué pero no encontraba ninguno, ni en los bares, ni en los comercios, ni en los bancos... Todos son grandes, para colgar en la pared. Por fin ayer por la tarde conseguí uno y lo primero que haré será colocarlo en la mesa, como siempre. Parece una chorrada pero les aseguro que estaba al revés sin ese pequeño calendario que miro todos los días desde hace años...