viernes, 7 de marzo de 2008
Detectives privados
Muchos pueden pensar que el trabajo de un bibliotecario en un pueblo es rutinario y aburrido pues parece que sólo estamos aquí para mandar callar como las ollas express, chis, chis, chis... o dar y recoger libros. Pues no es así. A veces nos encargan que hagamos algún trabajito de rastreo (muy parecido al de los detectives privados) para localizar datos, teléfonos, direcciones, precios de libros... Esto último es lo que me han pedido que haga ahora, buscar cuánto valen algunos libros de tirada muy, muy limitada y que sólo están al alcance de unos pocos bibliófilos. Ya he podido localizar el precio de dos de ellos pero me quedan otros dos, que se me están resistiendo un poco. Pero como a mí me gustan las cosas difíciles no me voy a rendir y encontraré esos precios como y donde sea. ¿Les parece esta una profesión aburrida?
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