jueves, 17 de abril de 2008
La puerta del coche
Para circular por el pueblo tengo un coche pequeñito pero que va muy bien. Hace ya tiempo que la puerta del conductor, mientras está el coche andando, se abre (no del todo ¿eh?) y se queda como si estuviera mal cerrada. Siempre tengo que tirar de ella desde dentro y cerrarla bien. Ya lo llevé al mecánico y éste me hizo una chapucilla para ver si así evitaba cambiar la cerradura. Pero no sirvió de nada. Si antes se abría cada media hora por ejemplo, ahora se abre cada minuto, así que he optado por dejarla medio abierta hasta que vuelva a ir al mecánico para cambiar el aceite y demás. Pues bien, esta mañana estaba yo parada en un semáforo y oigo que me pita el coche que tenía detrás. Miré el semáforo y aún estaba en rojo así que me fijé en el retrovisor y vi que el que me pitaba me hacía gestos avisándome de que tenía la puerta medio abierta. Le he dado las gracias y he tirado de la puerta para cerrarla. Cuando se ha puesto el semáforo en verde he salido muy despacito y casi rezando para que no se abriese la puerta de nuevo y el de atrás me tomase por tonta. Y qué alivio cuando más adelante he tomado una calle distinta a la suya y lo he perdido de vista. Pero, desde luego, esto me sirve para espabilarme y no ser tan dejada con el coche si no quiero que me vuelvan a "llamar la atención" por mi puerta...
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