jueves, 30 de septiembre de 2010

El coche de san Fernando

Hoy no tengo coche para venir a trabajar así que he tenido que utilizar el coche de san Fernando. Es casi un delito coger el coche en un pueblo donde todo está cerca y más aún cuando se tiene el trabajo a menos de tres minutos, pero cuando nos acostumbramos a él es difícil ir a cualquier sitio andando. He llegado a la biblio agotada por la falta de costumbre pero, eso sí, ya casi no necesito el café para despejarme...

miércoles, 22 de septiembre de 2010

La suerte de estar trabajando

Esta mañana me he topado con un montón de gente en la casa de la cultura. Eran jóvenes que se presentaban a unas pruebas para conseguir un puesto de trabajo. Más tarde han venido a la biblio dos personas en paro, a enviar currículums y consultar en internet si había alguna plaza vacante que se ajustase a su perfil. Cuando se han ido he visto sus caras de frustración y desesperación. Casi no he sabido qué decirles. Para que luego nos quejemos los que estamos trabajando y los que todas las mañanas tenemos una excusa para ponerlos los vaqueros y la camiseta...

martes, 21 de septiembre de 2010

El ratón

El título de esta entrada no se refiere a que tenga un ratón en mi casa (o no creo que lo tenga) ni a ningún ratón de biblioteca, que haberlos haylos. Con El ratón me quiero referir al ratón del ordenador, ese que sin darnos cuenta nos está royendo los huesos poco a poco a todos los que pasamos horas con él. Pues bien, ayer la fisioterapeuta me dio la solución para no tener que sufrir más con los ratoncitos, ya sean inalámbricos o con cable y es que debería colocar el ratón en la pierna para no elevar el brazo ni un milímetro. A partir de hoy mi ratón cambiará de ubicación...

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Ahorro casual

Cosa extraña es la que le ha pasado a mi coche. Sí, se le ha caído el cristal de uno de los faros delanteros. Me di cuenta cuando lo iba a recoger en la cochera y cuál ha sido mi suerte que he encontrado el cristal intacto en uno de los sitios donde había estado. Me he alegrado mucho de que no se haya roto o perdido porque así me ahorro un pastón. Ya saben lo que cuesta un farolito del coche... Esta tarde iré al taller a que se lo pongan de nuevo y mi coche deje de estar bizco.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Resumen del verano

El próximo lunes empiezo a trabajar de nuevo en la biblio tras las vacaciones. Qué pronto se acaba lo bueno. Si es que creo que para darme cuenta de que he estado de vacaciones necesito dos meses sin hacer absolutamente nada...

Pero bueno, este verano ha sido muy intenso, sobre todo en lo que se refiere a fiestas temáticas con mis amigos. Sí, resulta que hemos celebrado fiestas de direntes temas en cada casa. Aquí pongo algunas para que los lectores de este mi blog se hagan un idea.

La primera fue en casa de los Tena, y tenía el nombre de Fiesta Corpus. De esta no tengo fotos. La segunda fue en casa de los Cabellero, una fiesta flamenca a la que no pude asistir. La tercera fue en casa de los Bravo, todos vestidos de blanco. La cuarta en casa de los Núñez, fiesta árabe de la que incluyo una foto...



La siguiente fue en mi casa, que como yo no sé cocinar le dimos el nombre de Fiesta de las latas, de latas de conserva se entiende... Aquí va la foto.



La última fue la fiesta de los Marina, en su campo. Y haciendo honor a que somos los campeones del mundo la fiesta hacía referencia a la roja... He aquí la anfitriona de la fiesta.



Y tras tanta diversión, las vacaciones en Sepúlveda (Segovia), donde también estaban de fiesta. Y cómo no, la foto de los dos hermanos Arroyo Abad, segovianos de los de toda la vida, bailando la jota...



Y este ha sido el resumen del verano, amigos.

domingo, 5 de septiembre de 2010

El bolígrafo que escribe fácil

Siempre me han gustado mucho los bolígrafos, sobre todo los que escriben "fácilmente", es decir, los que se deslizan de forma más suave que los demás. Hace unos días mi sobrino Jaime, de 11 años, me comentaba que quería comprarse uno que ha salido nuevo y que había visto en un spot de TV. Los había para zurdos y diestros. No sé de qué manera me engatusó pero el caso es que a mí también me entraron ganas de tener un bolígrafo de esos. Los dos escribimos con la mano izquierda por lo que estábamos deseosos de que sus padres nos pudieran comprar el famoso bolígrafo en alguna papelería de Cáceres que ya lo tuvieran puesto que aquí aún no han llegado. Por fin nos lo han traído y ha sido como un regalo de los Reyes Magos, de esos que te hacen mucha ilusión. ¡Y qué bien escribe!...