lunes, 31 de marzo de 2008
Los peligros de la ESO
Esta mañana una de las señoras de la limpieza me ha contado que tiene castigado a su hijo porque le han quedado cuatro asignaturas. Este niño está estudiando segundo de bachillerato y siempre ha sido muy listo. El castigo consiste en quitarle el móvil, la moto y el ordenador, es decir, las cosas que más daño le hacen. Su madre estaba casi llorando porque, como todas las madres, quiere lo mejor para su hijo y ve que desde que entró en la ESO se le está yendo de las manos. Y todo esto justo hoy, que voy a recoger un certificado de empadronamiento de mi hija para adjuntarlo a la documentación que se necesita para entrar en el instituto el próximo curso. Parece que ha sido una señal para que me dé cuenta de que desde el primer minuto debo estar alerta y haciendo todo lo posible para que ese cambio no le afecte aunque, claro, la adolescencia no hay quien la evite...
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