Ya comenté en alguna ocasión que en el ayuntamiento hay una persona encargada de encender la calefacción todas las mañanas. Cuando llegamos a trabajar todo está templadito y eso se agradece, sobre todo en estos últimos días, que creo que no pasamos de los cuatro grados a mediodía. Pues bien, esta mañana no funciona la calefacción y cuando me lo han dicho rápidamente he encendido los aparatos de aire acondicionado. Ahora, hasta que la biblio se caliente tardará su tiempo (esto es bastante grande y con techos muy altos) pero menos mal que vengo equipada con mis botas, bufanda, guantes y chaquetón que no me pienso quitar en todo el día. En fin, mientras no pida traslado a Canarias habrá que mentalizarse de que a mal tiempo, buena cara...