Ya volvimos de Galicia. Cuando he entrado en la biblio me ha parecido que he faltado un mes como mínimo, y sólo han sido tres días. Este viaje a La Coruña ha servido para recordarme que fuera de estos muros hay cientos de bibliotecarios que con muy poco o con muchísimo no paran de hacer cosas con el fin de atraer a los usuarios hacia sus bibliotecas o vender este servicio como si fuera el mejor de cada pueblo o ciudad. Allí estuvimos Raúl y yo con un montón de gente, entre ellos Flori, María Antonia, Andrés, Hilario, Patricia, Glòria, Merlo, Pilar, Óscar, Joaquín... En fin, una reunión de casi 700 bibliotecarios donde una se da cuenta de que aunque trabaje sola en una biblioteca de pueblo en toda España hay personas que, a pesar de la distancia y el tiempo, siempre parecen estar ahí, acompañándote.