Buscando un bolso en el sótano de mi casa me he encontrado una maquinita de tricotar de juguete que me trajeron los Reyes cuando yo era pequeña. Es amarilla y naranja y aún está nueva. Me acuerdo que cuando me la regalaron me encantó aunque con ella solo podía hacer cosas parecidas a un calcetín. Toda ilusionada se la he enseñado a mi hija que me ha mirado con cara de no entender qué es lo que me hacía tanta ilusión, con la cantidad de juguetes tan sofisticados y chulis que hay ahora. Pero esa mirada de mi hija ha servido para que me haya decicido a buscar mis muñecos y mis juguetes antiguos y poder colocarlos en una estantería todos juntos. Verán cómo así a mi hija le llaman la atención y yo disfrutaré contemplándolos y recordando...