jueves, 21 de febrero de 2008

Mi teléfono móvil

Esta mañana he olvidado el teléfono móvil en casa. Cuando lo he buscado en los bolsillos de la chaqueta y en mi bolso y no lo he encontrado me ha dado un poco igual. Pero luego he pensado, ¿y si por casualidad me llama algún familiar por algo urgente?, ¿y si me llama algún colaborador de la revista o del anuario?, ¿y si...? Vaya, que me he puesto algo nerviosa. Así que con el conque del y si he vuelto a mi casa en busca de este aparatito que, entre otras muchas cosas, sirve para llamar por teléfono (y eso que el mío es lo mínimo despachable en el mercado, sin radio, sin cámara de fotos, etc., etc.). No saben la tranquilidad que me ha entrado ver mi dichoso telefonito encima de la mesa, junto a mi agenda y demás. ¿Será que me estoy volviendo movildependiente? ¡Qué horror!