Por casualidad ha llegado a mis manos un programa de mecanografía, es decir, para aprender a escribir a máquina. Lo he estado consultando y es muy sencillito. Qué diferente a cuando yo aprendí, de forma autodidacta, con una máquina de escribir Olympia y un manual de no sé cuántos años. A ver si este verano enseño a mi hija con este programa, y es que hoy por hoy saber escribir a máquina no es un lujo, o una cosa más que sabes, sino una necesidad. Habrá que aprovecharse de las facilidades que nos ofrecen las tecnologías para aprender de todo y que los más jovencitos a veces no saben valorar.