Hace ya algún tiempo escribí una entrada en este mi blog sobre el libro La puerta oscura, de David Lozano. Fue un libro que me gustó muchísimo, que me tuvo intrigada hasta el final y que recomendé a muchos de mis amigos. Digo esto porque no es usual que me gusten los temas de vampiros y espectros, pero en este caso puedo reconocer que desde su primera página el libro me enganchó. Pues bien, ahora ha salido la segunda parte y cuando lo tuve entre mis manos pensé que no podía ser tan buena como la primera, pero me equivoqué. Desde la primera palabra ya estaba encandilada. Como si fuera una especie de hipnosis, te sumerges en el argumento y casi lo vives. Estoy deseando que llegue el momento de cogerlo de nuevo para seguir leyendo las más de 600 páginas de este libro. Y es que, a veces, segundas partes también son buenas...