jueves, 8 de agosto de 2013

La ruta de los patios

Después de ese largo invierno que hemos tenido creo que en mi pandilla hemos cogido el verano con más fuerza que nunca. Sí, lectores de este, mi blog... Como en invierno estamos poco menos que hibernando, ahora aprovechamos para estar todas las noches por ahí, pero no de paseo sino de patio en patio. Una de las ventajas de vivir en un pueblo es que casi todos contamos con una casa baja y, cómo no, con un patio. De este modo, por las noches hacemos la ruta de los patios, de casa en casa. El patio anfitrión debe poner el aperitivo y los invitados traer su nevera (azul, por supuesto) con sus bebidas. Al final terminaremos el verano con unos kilitos de más pero, ¿no merece la pena engordar un poco a cambio de pasar las noches más que agradables?