martes, 25 de noviembre de 2008

El tabaquito

Cada día me alegro más de haber dejado de fumar. Ya hace seis años que no toco un cigarrito y reconozco que, aunque no fumaba mucho, sí me siento mucho mejor desde que lo dejé. Se respira mejor (sobre todo los que somos alérgicos y esto nos provoca asma), se saborean los alimentos, no se cansa una al subir escaleras, no se gasta tanto dinero... Y, sobre todo, me alegro por una cosa y es porque si siguiese fumando hoy tendría que salir a la calle a hacerlo y con el frío que hace ni me lo imagino. Digo todo esto porque al entrar esta mañana en la biblio he visto a un compañero fumando en la puerta del ayuntamiento antes de empezar a trabajar. Estaba temblando e intentando esconder las manos para no pasar frío. Cuando lo he visto me he dicho a mí misma: ¡qué logro haber dejado de fumar!