Hace unos días se me cayó la cámara fotográfica y se me rompió. No sé cómo pudo romperse de esa manera cuando estaba dentro de una funda durísima y en mi bolso. Vaya, que fue un mal golpe. Me disgusté bastante porque sólo tenía dos años y funcionaba muy bien. Ahora me he comprado otra de la misma marca pero más moderna, claro, y más compleja también. Me llamó la atención una opción que se llama detector de sonrisas, que me provocó la sonrisa pensando en cómo una cámara va a detectar si uno sonríe o no para hacer la foto, ¿y si estás siempre serio?, ¿no te hace fotos? Pero sí, señores, resulta que cuenta con esa posibilidad de detectar si te ríes para hacerte la foto en ese momento. Parece magia. Así que hoy, que es domingo, voy a empollarme el manual de esta cámara casi mágica...