Ya saben ustedes que en invierno voy al gimnasio, a bailar batuka para mover un poco el cuerpo después de tantas horas sentada. Además, todos los días voy a dar un paseo de unos cuarenta minutos que me sienta muy bien. Pero la batuka ya terminó hasta septiembre y los paseos tuve que suspenderlos por la alergia. Después de varios días sin dar una vuelta, hoy volveré a coger el ritmo ya que parece que los síntomas de esta alergia que me mantiene casi asfixiada por fin han remitido. Y es que el cuerpo, cuando no se hace nada de ejercicio, lo nota muy rápido...