Desde hace unos años, todos los viernes (menos en verano) algunas amigas quedamos para tomar café. Nos conocimos cuando llevábamos a los niños al colegio y cogimos la costumbre de ir los viernes a desayunar juntas. Por supuesto, ya no acompañamos a los niños, pero no hemos abandonado este hábito de quedar para el café y hoy es el primer día que lo haremos desde que dieron las vacaciones. Aunque este reencuentro sea presagio de que llega el invierno, que no me gusta nada, me hace ilusión ver de nuevo a estas amigas y, sobre todo, porque esta reunión significa que ya estamos a viernes...