Una de las ventajas de vivir en un pueblo es que por las noches se ven las estrellas con mucha más nitidez que en una ciudad. Si a esto le añadimos el patio de una casa, a las doce de la noche, sin una sola luz que "deslumbre", sólo unos farolitos con velas pequeñitas, imagínense cómo se ven esas estrellas. Pues bien, eso hicimos anoche mi hija y yo, cenar contemplando el cielo durante bastante tiempo intentando descubrir dónde estaban las estrellas más conocidas, esperar a que apareciese una estrella fugaz, imaginar qué habría más arriba de todas ellas... No crean que estoy degenerando con el calor, es que hasta ahora no había descubierto lo que relaja mirar el cielo durante mucho tiempo por la noche (no sólo cinco o diez minutitos y se sanseacabó), en silencio y sin apenas luz. ¿Lo han hecho alguna vez?