martes, 6 de mayo de 2008
Libros fuera de su sitio
Todos los que trabajamos de cara al público en una biblioteca sabemos que existen varios tipos de usuarios. En una biblioteca municipal destacan, entre otros, las señoras que piden siempre libros de un mismo autor o autora, los abueletes que quieren libros con letra grande o aquellos usuarios que solicitan sólo las novedades que van apareciendo en el mercado. También los hay de los que revuelven mi mesa buscando no se sabe muy bien qué ahorrándose el trabajo de buscar en las estanterías, y miren que tenemos una estantería aparte de todas las demás con los libros más leídos, pero aun hay veces que me dicen que "no tenemos nada". Así que ayer hice una prueba: dejé varios libros que no son novedad en mi mesa para ver si por la tarde se prestaban y... ¡Sí! Esta mañana he llegado y, menos uno, todos los libros que dejé se han prestado. Esto sí que es una buena táctica para desempolvar algunas obras que hace meses que no se mueven y que en su tiempo eran muy leídas. A partir de ahora, los libros, en mi mesa.
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