domingo, 3 de febrero de 2008
Mi cuchara de 75 pesetas
Hoy, aunque es domingo, me he levantado más temprano de lo normal. Lo primero que he hecho, como siempre, es poner la radio para escuchar el programa de Pepa Fernández, que estaba haciendo una entrevista sobre los robos en los centros comerciales. Me ha venido a la cabeza la historia de uno de esos robos que hice hace años. Les cuento: yo vivía en Madrid cuando salió la plaza de bibliotecario en Azuaga, que quería conseguir. Un compañero brasileño me dijo que robando un cucharilla de café de un centro comercial me daría suerte en el examen. No soy supersticiosa pero le hice caso (por si acaso) y me fui a El Corte Inglés, a la sección de menaje del hogar. Me acerqué a las cucharillas, y las miraba, y las tocaba, mientras me entraba un sudor frío por todo el cuerpo. Por fin, después de no sé cuanto tiempo, cogí una de ellas (valía 75 pesetas) y la metí en el bolsillo de la chaqueta. Salir de ese Corte Inglés con el corazón latiéndome a toda velocidad fue una de las cosas más díficiles que he hecho nunca. Ahora, esa cuchara la tengo como oro en paño y es la que utilizo para tomar mi café o desayunar, también hoy, recordando siempre cómo lo pasé aquel día en Madrid.
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