domingo, 17 de febrero de 2008
Agua caída del cielo
Dice un refrán que quien pide agua en febrero ni es labrador ni es ganadero. Esto sería cierto si en invierno hubiese llovido, pero no es el caso. El agua que según el parte meteorológico debería llegar hoy a Azuaga no acaba de aparecer. Y ahora me acuerdo de algunos compañeros que tenía en Madrid, ajenos a la necesidad de lluvia que tienen agricultores y ganaderos en el medio rural y para quienes un día de agua era molesto e incómodo. Pero cuando se vive de cerca esta impaciencia por que vengan las deseadas lluvias que son vida para el campo, se llega a compartir esa necesidad y pides que ojalá llueva 24 horas seguidas 7 días a la semana. No es que esta sea una chispa de la manaña, y menos aún cuando ni siquiera chispea, pero habrá que pasar el día con la esperanza de ver cómo, por fin, viene ese agua caída del cielo.
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