Todavía sigo aquí, en Cáceres. Ahora estoy desayunando con mi sobrinillo al que dentro de un momento llevaré a la parada del autobús para que vaya al cole. Menos mal que mi padre esta muy bien y poco a poco saldremos de estos sustos. Parece que cuando todo se va solucionando ves la vida de otra manera, con más ganas de hacer cosas que antes las tenías ralentizadas esperando resultados. Gracias a todos los que os habéis preocupado y mucho ánimo para Valle y Raúl.
Me voy a la paradita...