Ya habrán podido imaginar a qué me refiero con el título de este post. Sí, por fin llegó el día de hoy, el último día de trabajo porque por fin me tomo vacaciones, como todo el mundo. Hasta ahora he visto desfilar a compañeros de trabajo y amigos pero a partir de hoy me toca a mí. Ayer me alegré de que sonase el despertador por un mal sueño y hoy me he vuelto a alegrar porque en cuanto ha sonado lo he desconectado del todo hasta dentro de unas semanas. Ahora sólo pienso en dormir, pasear y leer. En cuanto a mi Chispa de cada mañana, no la abandonaré, por supuesto, pero no creo que escriba todos los días y menos aún tan temprano. También la dejaré descansar...