Hoy es mi último día de trabajo hasta el 13 de septiembre, por fin. Aunque ya tuve una semanita de vacaciones en julio casi ni me acuerdo. Lo primero que haré en cuanto salga de aquí será guardar los relojes en los cajones, sobre todo el despertador, y no mirar ni a la hora que me levanto o me acuesto. ¡Benditas vacaciones!