viernes, 29 de febrero de 2008

Total, para lo que nos queda...

Mis padres tienen un coche "nuevo" que utilizan para viajar y otro más chatarrilla (mejor decir que es algo parecido al troncomóvil de los Picapiedra) para callejear por el pueblo. Ese coche "nuevo", el de los viajes, es "nuevo" porque tiene relativamente pocos kilómetros, pero ni les cuento los años que tiene. Pues bien, como no quiero que mi padre conduzca, el 90% de los kilómetros que tiene el coche se los he hecho yo y ya me he acostumbrado a esa dirección que, por supuesto, no es asistida. Ahora, en Cáceres, mi hermana (que vive en esta ciudad y se conoce las calles) ha cogido el coche y, sobre todo al aparcar, ha podido comprobar lo dura que es la vida de chófer con el coche "nuevo" de mis padres. Algo cabreada me dice que hay que convencerlos para que se compren un coche con dirección asistida. Yo no he podido evitar la risa porque sé cuál sería la contestación: total, para lo que nos queda... Y es que la mayoría de los mayores contestan más o menos igual. Tengo una amiga que me decía que sus suegros, con setenta y tantos años, no cambiaban los muebles de la cocina, ya viejos, porque total, para lo que les quedaba... Y ahora, con noventa y tantos han tenido que cambiarlos a la fuerza porque se les caían a trozos. En fin, que por ahora (y espero que por mucho tiempo) seguiré haciendo músculos con el volante del coche "nuevo" de mis padres que, señores, es para toda la vida...

jueves, 28 de febrero de 2008

Y sigo aquí...

Todavía sigo aquí, en Cáceres. Ahora estoy desayunando con mi sobrinillo al que dentro de un momento llevaré a la parada del autobús para que vaya al cole. Menos mal que mi padre esta muy bien y poco a poco saldremos de estos sustos. Parece que cuando todo se va solucionando ves la vida de otra manera, con más ganas de hacer cosas que antes las tenías ralentizadas esperando resultados. Gracias a todos los que os habéis preocupado y mucho ánimo para Valle y Raúl.

Me voy a la paradita...

miércoles, 27 de febrero de 2008

Amanecer y cigüeñas

Al final sí que podré escribir una nueva entrada en el blog, ¡y a la misma hora de todos los días! La chispa de esta mañana son las vistas que tengo desde la ventana (aunque sea la ventana de un hospital). Es preciosa. Se ha visto el amanecer tras los edificios de la parte antigua de Cáceres y las cigüeñas yendo y viniendo a los cientos de nidos que tienen en cada torre. Otro atractivo más de esta ciudad extremeña.

martes, 26 de febrero de 2008

Viaje a la capi

Hoy podría hablar de los resultados del debate de anoche o del Oscar de Bardem, pero no. Les diré que dentro de un rato me voy a Cáceres por un motivo más que justificado y que nada tiene que ver con el trabajo. No sé los días que estaré allí y si podré escribir todas las mañanas en este mi blog. Pero como la chispa de la mañana no puede faltar les contaré que voy a intentar aprovechar este viaje (en la medida que pueda) para oír el bullicio de la capital, ver la iluminación nocturna de las calles de esta ciudad tan bonita y, sobre todo, para ir al cine, poder elegir entre varias películas de estreno... Qué bien. Y es que vivir en un pueblo tiene sus ventajas pero, a veces, se echan de menos muchas cosas.

lunes, 25 de febrero de 2008

Churros recién hechos

Esta mañana, desde que he entrado a trabajar, me ha ido acompañando un olorcillo a churros recién hechos. Ni les cuento lo apetecible que es ese olor, aunque sea tan temprano. No es que a mí me guste mucho comer (como algunos de ustedes saben) pero reconozco que se me hace la boca agua y que ahora mismo me encantaría tomar unos churritos con un café. Lástima que no sepa de dónde proviene ese olor aunque, desde luego, hoy no me voy de aquí sin saberlo.


Aprovecho para mencionar el premio Arte y Pico que me ha enviado El hombre invisible. ¡Gracias mil por la nominación!

Cumpliendo las indicaciones del premio incluyo las bases y mis nominaciones:http://arteypico.blogspot.com/

Creado por Eseya y tiene por objeto reconocer la creatividad, el diseño, material interesante y aporte a la comunidad bloggera, sin importar su idioma.

Reglas:

1) Se deben de elegir a cinco blogs que se consideren sean merecedores de este premio.
2) Cada premio otorgado debe tener el nombre de su autor y el enlace a su blog para que todos lo visiten.
3) Cada blog premiado, debe exhibir el premio y colocar el nombre y enlace al blog de la persona que la ha premiado.
4) Tanto el premiado como la persona que otorga el premio, deben exhibir el enlace de Arte y pico, para que todas sepan el origen de este premio y exhibir estas reglas.

Yo elijo a:

http://diariodelhombreinvisible.blogspot.com/
http://raulcremades.blogspot.com/
http://unavueltaporlared.blogspot.com/
http://gurrion.blogia.com/
http://angelicamorales.wordpress.com/

domingo, 24 de febrero de 2008

El amigo invisible

Ayer fuimos al campo todos los amigos. Hace un tiempo hicimos el juego del amigo invisible y ayer nos entregamos los regalos. Había que escribir un pequeño texto que insinuase quién es el que regala. Yo escribí algo relacionado con la chispa para dar pistas a mi amiga Elena, a la que le compré un torso para colocar sus joyas. Ella lo leyó y pensó en la chispa de la Coca Cola. Qué bien, confundir mi chispa de cada mañana con esa otra chispa, la de la vida. Ese era mi objetivo con este blog.

viernes, 22 de febrero de 2008

Historias de miedo

Me preguntan las señoras de la limpieza si nunca he tenido miedo en esta casa. Se refieren a la casa de la cultura donde, al fondo del todo, se encuentra ubicada la biblioteca. Es una casa nobiliaria, gigantesca y con muchos recovecos y escondrijos. Yo nunca he pensado si he tenido miedo o no, será porque después de tanto tiempo trabajando aquí esta es como mi segunda casa. El caso es que ellas sí me confirman que pasan miedo cuando entran por la mañana temprano, que oyen crujidos y que piensan que de cualquier sitio puede salir alguien. No he podido controlar la risa mientras ellas me dicen que no me ría, que esta casa es un misterio y algún día me puede dar un susto. Les he contado que, para susto, el que se llevó hace tiempo una señora de la limpieza también cuando al abrir la puerta de una de las salas se topó con un brazo colgando. Han gritado y todo, hasta que les he aclarado que se trataba del brazo de un maniquí que tenía la profesora de corte y confección y que el día anterior habían colocado de esa forma algunos niños que salieron de la biblioteca para asustar a esta mujer, que les reñía por comer pipas en el pasillo. Ni que decir tiene que los niños consiguieron su objetivo. En fin, seguiré esperando a que esta casa del terror me dé un sustito...

jueves, 21 de febrero de 2008

Mi teléfono móvil

Esta mañana he olvidado el teléfono móvil en casa. Cuando lo he buscado en los bolsillos de la chaqueta y en mi bolso y no lo he encontrado me ha dado un poco igual. Pero luego he pensado, ¿y si por casualidad me llama algún familiar por algo urgente?, ¿y si me llama algún colaborador de la revista o del anuario?, ¿y si...? Vaya, que me he puesto algo nerviosa. Así que con el conque del y si he vuelto a mi casa en busca de este aparatito que, entre otras muchas cosas, sirve para llamar por teléfono (y eso que el mío es lo mínimo despachable en el mercado, sin radio, sin cámara de fotos, etc., etc.). No saben la tranquilidad que me ha entrado ver mi dichoso telefonito encima de la mesa, junto a mi agenda y demás. ¿Será que me estoy volviendo movildependiente? ¡Qué horror!

miércoles, 20 de febrero de 2008

Irreprimible tentación

Mucha gente cree que los bibliotecarios pasamos el día sentados, leyendo libros y periodicos (ya quisiéramos algunos, ¿verdad?). De hecho, en más de una ocasión me han preguntado si aquí no me aburro y me dan conversación pensando que de esa forma ayudan a pasar estas tediosas horas. Por eso (y porque no tengo tiempo) no suelo leer libros en la biblioteca. Pero hoy no he podido reprimir la tentación de traerme de mi casa el libro de Nieves Concostrina que estoy leyendo y que ya estoy a punto de terminar. Se titula Polvo eres. Son historias de muertos escritas con tal humor que me tienen enganchadita. Así que, aunque sea escondida entre las estanterías, hoy leeré en la biblioteca, y acabaré el libro.

martes, 19 de febrero de 2008

Ofertas vacacionales

La mayoría de los mortales estamos deseando que lleguen las vacaciones para descansar, como es lógico. Tengo una amiga, Marta, que suele enviar mensajes muy sutiles con ofertas vacacionales que si reservásemos ahora nos servirían para ahorrarnos bastante dinero. Estas ofertas son para el verano. Y es que el año pasado fuimos de vacaciones 20 personas, 20 amigos. Fue un viaje colmado de risas, robos y olvidos, emociones, discusiones, llantos, carreras... ¿Se imaginan a 20 personas corriendo los 400 metros lisos en una estación de ferrocarril extranjera a punto de perder el tren? Españoles tenían que ser, oímos decir. Pero no me extraña que Marta envíe estos correos porque en la mente de todos está el deseo de volver a compartir juntos tantas aventuras y desventuras que, desde luego, sirvieron, si no para descansar físicamente, sí para desconectar de la rutina y, sobre todo, para unirnos y entendernos mucho más que antes. Bienvenidas sean esas ofertas que habrá que estudiar con detalle.

lunes, 18 de febrero de 2008

Gimnasia mental

Desde hace algún tiempo están muy de moda los juegos para entrenar el cerebro, para rejuvenecer nuestra edad cerebral. Ayer vi en la tele el anuncio del programa Mueve tu mente que emitirán hoy. Se me ocurrió entonces coger la Nintendo DS y probar cuál era mi edad cerebral según el Brain Training. ¿Saben qué edad cerebral tenía ayer? Pues nada más y nada menos que, ¡63 años! Menos mal que tengo la mente funcionando las 24 horas del día... A partir de esta noche, además de la gimnasia física, comenzaré a hacer gimnasia mental (todavía más), a ver si rejuvenezco...

domingo, 17 de febrero de 2008

Agua caída del cielo

Dice un refrán que quien pide agua en febrero ni es labrador ni es ganadero. Esto sería cierto si en invierno hubiese llovido, pero no es el caso. El agua que según el parte meteorológico debería llegar hoy a Azuaga no acaba de aparecer. Y ahora me acuerdo de algunos compañeros que tenía en Madrid, ajenos a la necesidad de lluvia que tienen agricultores y ganaderos en el medio rural y para quienes un día de agua era molesto e incómodo. Pero cuando se vive de cerca esta impaciencia por que vengan las deseadas lluvias que son vida para el campo, se llega a compartir esa necesidad y pides que ojalá llueva 24 horas seguidas 7 días a la semana. No es que esta sea una chispa de la manaña, y menos aún cuando ni siquiera chispea, pero habrá que pasar el día con la esperanza de ver cómo, por fin, viene ese agua caída del cielo.

viernes, 15 de febrero de 2008

Repaso de la semana

Durante toda la semana he ido anotando los comentarios que han ido haciendo varias personas sobre la biblioteca o sobre las actividades que se llevan a cabo. Hoy, leyendo todos esos comentarios no he tenido más remedio que pensar que este trabajo silencioso merece la pena. Aquí van algunos de esos comentarios:

- ¿Cuando me va a tocar a mí?, me decía una maestra que aún está esperando que vaya a su clase con el kamishibai.

- Para sacar una receta que he visto en un libro de ahí abajo, ¿tengo que pagar algo?

- Me he emocionado, fueron las palabras de una chica rumana cuando le hice el carné de la biblioteca.

- ¿Haces magia?, me preguntó al oído un niño de cinco años al terminar de contar un cuento.

- ¡Qué bien, libros de Sherlock Holmes!, fue la reacción de una chica de 4º de ESO durante una visita en grupo del pasado miércoles.

- No me gusta leer pero me he enganchado con un libro que tenías en la mesa y me lo he llevado a casa, me dijo una de las personas que atienden la biblioteca por la tarde...

¿No es para estar contenta?

jueves, 14 de febrero de 2008

El canto de los pajarillos

Todas las mañanas, cuando llego a la biblioteca y está amaneciendo, oigo el canto de algunos pajarillos. Es una maravilla estar sentada en mi sitio, esperando que el ordenador arranque y escuchar, como ruido de fondo, varios pájaritos dándote los buenos días. Hoy, además de los habituales, he escuchado el bub-bub-bub característico de una abubilla. Ya hacía tiempo que no la oía y me ha hecho mucha ilusión. Incluso se me ha escapado una sonrisa. ¿Se imaginan qué lujo es venir a trabajar así?

miércoles, 13 de febrero de 2008

Carnaval y tiempos pasados

He estado viendo algunas fotografías de los carnavales de Azuaga. Hay disfraces de todo tipo: Mortadelo y Filemón, Dráculas, toreros y mujeres de mantilla, payasos, viejos... Al ver a estos últimos me he acordado de mis abuelos y de las historias que me contaban. Me decían que las casas en el pueblo siempre estaban abiertas (los robos eran impensables), que con los vecinos existía una relación casi familiar, que se trabajaba muchísimo en el campo, en cuadrillas de hombres y mujeres, y que a la hora de comer todos se reunían para compartir no sólo la comida sino también preocupaciones y risas. Me encantaban esas historias, esa tranquilidad, esa unión... Lo envidiaba, y lo envidio.

martes, 12 de febrero de 2008

Baile, gimnasia y diversión

Desde que volvimos de las vacaciones de verano algunas amigas decidimos apuntarnos al gimnasio. Éramos cuatro personas: Emi, Deli, Marta y yo. Así, los lunes y miércoles hacemos gimnasia y los martes y jueves batuka. Comenzamos con muchas fuerza, incluso tenemos nuestras mochilas cargadas de aperos deportivos. Últimamente estamos faltando bastante y no me lo explico porque, sobre todo en batuka, nos reímos muchísimo. Cuando la monitora va hacia la izquierda, nosotras no hemos vuelto aún de la derecha, cuando alza los brazos y los baja, nosotras todavía no hemos reaccionado, cuando levanta la pierna derecha nosotras estamos bajando la izquierda... En fin, un desastre que nos hace reír y divertirnos además de mover el cuerpo. Hoy, como es martes, no podremos faltar a la cita, no solo porque debemos cuidarnos a partir de los cuarenta (qué mal suena esto) sino porque es una verdadera técnica de risoterapia. Se la recomiendo.

lunes, 11 de febrero de 2008

Comunicar y compartir

Anoche, estando en casa de mis padres, sonó el teléfono. Era Amaya, de Málaga. Qué sorpresa (aunque no es la primera sorpresa que me da esta mujer) porque aún no me explico cómo tenía el teléfono de mis padres. Me llamaba para saludarme y hablar del blog, de cómo se había aficionado a esa nueva forma de comunicarse con los amigos, de los recuerdos que le traían algunos comentarios... En fin, que estaba enganchada leyendo todos los días el blog de Raúl y el mío. Cuando colgué el teléfono pensé: si esto ha servido para que muchos (o pocos, da igual) desconecten de la rutina o de las obligaciones diarias por unos minutos compartiendo cosas agradables, bienvenidos sean los blogs.

sábado, 9 de febrero de 2008

Una habitación con vistas

Puede parecer que por el título de esta entrada hoy hablaré de la novela de Forster. Pues va a ser que no. Voy a hablar de lo que se ve desde la ventana de la habitación donde tengo el ordenador y parte de mis libros en casa. Lo que puedo ver por esa ventana son dos pistas, una de tenis y otra de padel. Casi siempre hay gente jugando y, la verdad, acompaña y distrae mucho. Hoy, por ejemplo, y ya que es sábado, estoy aquí sentada, sin hacer nada, sólo escuchando la radio, rodeada de mis libros, mis papeles y, cómo no, contemplando cómo juegan en las pistas. Qué relax...

viernes, 8 de febrero de 2008

El reloj de cuco

Aunque no sea una verdadera chispa de la mañana (y por ser viernes) sí voy a contar la historia de mi reloj de cuco, sobre todo por lo aliviada que voy a quedar a partir de hoy. Les cuento: desde pequeña siempre me han gustado mucho ese tipo de relojes, me llamaba la atención ver al pajarito asomándose por la ventanita. De hecho, muchas veces me iba a casa de una vecina, que tenía un reloj de estos en la pared del salón, sólo para ver cómo daba las horas. Pues bien, hace cosa de un año un cuñado mío me trajo un reloj de cuco de Suiza (qué cuco). Me hizo muchísima ilusión y lo puse en el salón de mi casa. Igual que cuando era niña, miraba mi nuevo reloj cada vez que daba las horas para ver el famoso pajarito. Pero todo esto tiene un inconveniente y es que hay que tirar de las pesas todos los días para que el reloj no se pare. Así, todas las mañanas, me dedico a este menester, hasta hoy. No se imaginan ustedes qué trabajo supone tener que acordarse todas las mañanas de tirar de las pesitas (sobre todo cuando vas con prisas) porque si te olvidas ya sabes que debes poner el reloj en hora de nuevo y, por supuesto, tirar de las pesas. Era un sinvivir. Por fin hoy he decidido dejar el reloj como un adorno para no tener que estar pendiente de darle cuerda. Qué alivio...

Y aprovecho también esta entrada para agradecer a todos los que leen y escriben comentarios en este blog. Es una maravilla, no sólo por ver que hay amigos que están interesados en saber qué chispa de cada mañana puede hacer que tengas un día feliz sino por las nuevas amistades que se pueden hacer. Gracias.

jueves, 7 de febrero de 2008

La magia de los cuentos

Esta mañana escribo un poco más tarde y es que hasta hace unos minutos no he tenido internet (la tecnología falla a veces, o muchas veces...). Pero, volviendo al mundo terrenal, hoy estoy muy contenta (aunque un poco nerviosa) porque dentro de un rato voy a ir al colegio, a contarles cuentos a los más pequeños. Se trata de una técnica japonesa que se llama kamishibai y que, por experiencia, sé que gusta mucho. Y lo mejor, cuando ves esas caritas ensimismadas, con la boca abierta o regalándote mohines de complicidad es como si el tiempo se parase y, a veces, no sabes muy bien quién está más metido en esas historias mágicas (los cuentos), si tú o los pequeños.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Las preguntas del examen

Esta mañana, bien temprano, me ha llamado una amiga para decirme que ayer por la tarde estuvo acordándose de mí. Les cuento el motivo: su hija, que tiene 16 años, se presentó en casa con las preguntas de un examen que hará próximamente y que toda la clase ya tenía en su poder por un despiste del profesor, que las dejó en su mesa mientras se ausentó unos minutos del aula. Esta amiga me recordaba que hace ya muchos años nosotros hicimos lo mismo sólo que en nuestro caso fui yo la que "distribuyó" las preguntas entre todos mis compañeros (no piensen mal, es que era yo la que estaba en primera fila, junto a la mesa del profe). Nos hemos reído con aquella anécdota que ahora se ha repetido en su propia hija y me ha gustado mucho recordarla. ¡Ah!, se me olvidaba decir que los tiempos han cambiado y su hija ya no ha tenido que copiar las preguntas a mano porque hicieron fotos al examen con los teléfonos móviles. Qué maravilla la tecnología...

martes, 5 de febrero de 2008

Libros que nos mantienen vivos

Hace unos días Valle escribió un comentario en este blog sobre una noticia que había oído en la tele sobre la vida de un carnicero que prestaba libros en su carnicería. Este señor perdió a su hijo en un accidente y ahora los libros del fallecido son los que mantienen vivo a su padre hasta el punto de crear una especie de biblioteca pública en su puesto del mercado. Cuando leí este comentario me saltó la chispa y me propuse conseguir hablar con este hombre para hacerle una entrevista para la revista Mi Biblioteca. Por fin anoche pude hablar con su mujer que casi se emocionó cuando le dije el motivo de mi llamada. Su marido no estaba en ese momento pero hemos quedado en que esta tarde les vuelvo a llamar para concretar el tema. La señora estaba entusiasmada dándome mil veces las gracias por haberme "acordado" de su caso. Estoy deseando que llegue esta tarde para hablar con su marido y darle, lo primero, las gracias a ellos.

lunes, 4 de febrero de 2008

Una llamada por teléfono

Un sábado de cada mes voy a Sevilla y siempre aprovecho para meterme en la Casa del Libro para hojear las novedades. También compro algunos libros con el presupuesto que tengo para la biblioteca. El sábado pasado compré dos novelas que me pedían mis usuarios y que ya he registrado, sellado, catalogado, clasificado... Y ahora estoy deseando que llegue una hora prudente para llamar a esos usuarios por teléfono y decirles que ya tengo aquí los libros que me solicitaban. Siempre que hago esto noto cómo les doy una alegría a estas personas pero, a veces, no sé a quién le hace más ilusión, si a ellos porque les llamo o a mí por darles una buena noticia los lunes por la mañana.

domingo, 3 de febrero de 2008

Mi cuchara de 75 pesetas

Hoy, aunque es domingo, me he levantado más temprano de lo normal. Lo primero que he hecho, como siempre, es poner la radio para escuchar el programa de Pepa Fernández, que estaba haciendo una entrevista sobre los robos en los centros comerciales. Me ha venido a la cabeza la historia de uno de esos robos que hice hace años. Les cuento: yo vivía en Madrid cuando salió la plaza de bibliotecario en Azuaga, que quería conseguir. Un compañero brasileño me dijo que robando un cucharilla de café de un centro comercial me daría suerte en el examen. No soy supersticiosa pero le hice caso (por si acaso) y me fui a El Corte Inglés, a la sección de menaje del hogar. Me acerqué a las cucharillas, y las miraba, y las tocaba, mientras me entraba un sudor frío por todo el cuerpo. Por fin, después de no sé cuanto tiempo, cogí una de ellas (valía 75 pesetas) y la metí en el bolsillo de la chaqueta. Salir de ese Corte Inglés con el corazón latiéndome a toda velocidad fue una de las cosas más díficiles que he hecho nunca. Ahora, esa cuchara la tengo como oro en paño y es la que utilizo para tomar mi café o desayunar, también hoy, recordando siempre cómo lo pasé aquel día en Madrid.

viernes, 1 de febrero de 2008

¿Calendario de vida para leer?

Esta mañana me han entregado un montón de cartas sin abrir. Una de ellas contenía el Anuario del libro de la revista Delibros. Aparte de que me ha hecho mucha ilusión ver la publicidad de la revista Mi Biblioteca en una de sus páginas, me ha gustado recibirlo para ver las novedades editoriales, sobre todo en literatura infantil y juvenil. Y es que hoy voy a empezar a pedir libros de este tipo para hacer algunas de las reseñas en nuestra revista Mi Biblioteca. Me encanta hojear esos libros nuevos y leerlos como si fuese una niña o una jovencita, aunque muchos piensen que es una literatura menor y que leer ese tipo de literatura no se corresponde con nuestro calendario de vida... Ya estoy deseando tenerlos entre mis manos.