Anoche salimos a dar una vuelta Agustín y yo. Él vino a pasar el fin de semana y como los demás amigos estaban de boda o no podían quedar tuvimos tiempo para hablar largo y tendido hasta las tantas en una terracita. Una de las cosas que comentamos fue, cómo no, este mi blog y me dio la idea (que le agradezco porque yo no había caído) de hablar de Amaya Bolinaga. Si ustedes se han dado cuenta es la persona que siempre, ya pueda llover o tronar, escribe algún comentario en mi blog o en el de Raúl. Para todo tiene conversación, incluso más extensa que nuestras propias entradas. Algunas veces hemos comentado Raúl y yo que ella podría crear su propio blog pero parece que le gusta más escribir en los nuestros. Además de saber que siempre va a estar ahí para plasmar su opinión sobre cualquier cosa o para desahogarse con las suyas, creo que ya se ha convertido en un complemento de estos dos blogs que casi nacieron al mismo tiempo. Así que, ya digo, hoy la chispa es para Amaya, por su constancia. Se lo merece ¿verdad?