Esta madrugada ha nacido el nieto de una prima mía. Se llama Raúl y por lo visto es redondito y muy bonito. Su abuela, mi prima, me ha llamado en cuanto he entrado en la biblioteca para decírmelo y por teléfono se notaba que se le caía la baba, como se suele decir. Y es que creo que muchos tienen razón cuando dicen que se disfruta más de los nietos y, por supuesto, también se les mima más. Estoy segura de que mi prima consentirá a Raúl muchas más cosas que a sus hijos ¿o no es verdad que con las abuelas hemos hecho lo que hemos querido?