Esta mañana he pedido cita para el médico. Como ya hace tiempo que no frecuento el centro de salud, he buscado el teléfono en la guía y me he equivocado llamando a urgencias. Allí me ha atendido una chica muy amable que me ha indicado otro teléfono, 901 (y que yo no tenía ni idea de que existía) para que no intentase llamar a centralita, que hoy no tenían conexión. He llamado al número que me ha dicho y me ha atendido otra persona muy amable que, con paciencia, me ha explicado cómo funciona este servicio y ¡me ha dado la cita! Todo con buen humor y trato afectuoso. Así da gusto comenzar el día...