lunes, 11 de febrero de 2008
Comunicar y compartir
Anoche, estando en casa de mis padres, sonó el teléfono. Era Amaya, de Málaga. Qué sorpresa (aunque no es la primera sorpresa que me da esta mujer) porque aún no me explico cómo tenía el teléfono de mis padres. Me llamaba para saludarme y hablar del blog, de cómo se había aficionado a esa nueva forma de comunicarse con los amigos, de los recuerdos que le traían algunos comentarios... En fin, que estaba enganchada leyendo todos los días el blog de Raúl y el mío. Cuando colgué el teléfono pensé: si esto ha servido para que muchos (o pocos, da igual) desconecten de la rutina o de las obligaciones diarias por unos minutos compartiendo cosas agradables, bienvenidos sean los blogs.
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3 comentarios:
Buenos días Conchi, la verdad que como ya te comenté en alguna ocasión como no podemos tenerte cerca el Blog nos ayuda a saber de tí, como te sientes, lo que haces los protectos etc...
Espero que los ánimos que te dan los seguidores de tu blog te anímen en los días bajos y sobre todo te anímen a seguir haciéndolo cada mañana.
Un beso
Conchi: ni idea de que fuera el teléfono de casa de tus padres.
Lo saqué de alguna página web; no sé si de la Fundación o de la revista.
Pero me alegró mucho hablar contigo. Porque es verdad que ya se está haciendo casi imprescindible abrir tu blog y hacer un comentario a tu post.
Estoy superenganchada. Es una clara adicción.
Pero bienvenida sea esta adicción: la de comunicar y compartir ideas, deseos, proyectos...
¡ Viva la comunicación y el deseo de compartir ! ¡ Viva la amistad !
Tambien voy siguiendo tu blog, asi como el de Raúl. Y la verdad, es que se engancha uno, es como una pincelada de aire fresco.
Una de las tareas diarias, es comprobar vuestro blog.
animo, y a seguir.
Diego Santos.
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