jueves, 7 de febrero de 2008

La magia de los cuentos

Esta mañana escribo un poco más tarde y es que hasta hace unos minutos no he tenido internet (la tecnología falla a veces, o muchas veces...). Pero, volviendo al mundo terrenal, hoy estoy muy contenta (aunque un poco nerviosa) porque dentro de un rato voy a ir al colegio, a contarles cuentos a los más pequeños. Se trata de una técnica japonesa que se llama kamishibai y que, por experiencia, sé que gusta mucho. Y lo mejor, cuando ves esas caritas ensimismadas, con la boca abierta o regalándote mohines de complicidad es como si el tiempo se parase y, a veces, no sabes muy bien quién está más metido en esas historias mágicas (los cuentos), si tú o los pequeños.

3 comentarios:

Tatiana dijo...

Felicidades Conchi, he encontrado tu blog por casualidad y disfruto mucho leyéndote. No nos conocemos pero ambas compartimos el amor a los libros y a esos deliciosos lugares que los guardan como son las bibliotecas. Estoy apunto de acabar mis estudios de Biblioteconomía y, aunque de momento, no pienso en opositar, me alegro muchísimo de encontrar, por fín, a una funcionaria amante de su trabajo. Por desgracia, en mi trabajo, estoy rodeada de muchas personas que no saben aprovechar la fantástica oportunidad que tienen al serlo. Reitero mis felicidades y mi deseo de seguir leyéndote desde Madrid.
Tatiana.
Yo también disfruto muchísimo leyéndoles cuentos a los más pequeños.

Anónimo dijo...

El público infantil es el más exigente pero quizás,también, el más agradecido.
Es maravilloso ver las caras de felicidad cuando se enganchan a una historia.
Los mayores les regalamos relatos fantásticos,pero ellos nos deleitan con sus risas, sus gestos de admiración, incredulidad; en definitiva de felicidad.
Yo disfruto mucho con mi sobrino de 5 años: le cuento cuentos y me invento mil historias.
A él le encanta que le cuente distintas versiones de un mismo cuento. El problema es que a veces no recuerdo la versión que más le gusta y cuando la modifico, él se enfada y me corrige.
Hace unos años, en el programa de " Mejora con los libros " tuve la oportunidad de leerles cuentos a niños que estaban hospitalizados en el hospital Carlos de Haya de Málaga. La verdad, en algunos momentos, fue una maravillosa experiencia.
Recuerdo,en especial, a un niño, que tenía alguna extraña enfermedad y deformaciones en el rostro. Era un "engendro" humano. Pero aquel rostro se iluminaba cuando nos veía aparecer con el carrito de los libros.
Me pedía libros de dinosaurios y animales en general.Le encantaba que yo le pasara las páginas y le preguntase sobre los animales de la ilustración.
Es un gran placer contarles cuentos a los niños.

Beloca dijo...

Qué envídian me das esos niños a los que vas a leerles cuentos, como ya dije en otra ocasión soy una enamorada de los cuentos, bueno de las historias, me quedo embobada.
Recuerdo cuando viniste a Málaga a hacer el cursillo de Fomento de la Lectura en la Fundación, yo me tuve que quedar pensando qu me iba a aburrir un poco pero al final me quedé encantada con el curso, disfruté mucho al igual que lo habrán hecho esos niños.
Sigue disfrutando que como lees nos haces disfrutar a los demás.