sábado, 9 de febrero de 2008

Una habitación con vistas

Puede parecer que por el título de esta entrada hoy hablaré de la novela de Forster. Pues va a ser que no. Voy a hablar de lo que se ve desde la ventana de la habitación donde tengo el ordenador y parte de mis libros en casa. Lo que puedo ver por esa ventana son dos pistas, una de tenis y otra de padel. Casi siempre hay gente jugando y, la verdad, acompaña y distrae mucho. Hoy, por ejemplo, y ya que es sábado, estoy aquí sentada, sin hacer nada, sólo escuchando la radio, rodeada de mis libros, mis papeles y, cómo no, contemplando cómo juegan en las pistas. Qué relax...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también tengo una vista relajada: el jardín comunitario de nuestro portal y la piscina del edificio vecino.Hay una separación suficiente y no es molesto en verano. Ahora en invierno es tranquilo.
En este cuarto-despacho tengo 2 mapas sobre la pared: uno es de España y el otro de Europa.
Cada vez que se acercan algunas vacaciones - y ahora se aproxima la Semana Blanca- viajo mentalmente por esos mapas. Últimamente he recorrido muchos kilómetros por ambos mapas: lo mismo me imagino pasando unos días por Castilla-La Mancha que por los Países Bajos.
Así que la vista en mi cuarto tampoco está mal.

Beloca dijo...

La vista desde mi cuarto,bueno las vistas, si miras al frente tengo a mis vecinos y un perrillo que no para de ladrar para que le abran la puerta de la terraza y poder estar con ellos, a veces les daría dos gritos (bueno no voy a mentir les he metido un par de voces) no me gusta escucharle lloriquear por querer estar con ellos.
La otra vista es el mar, el mar de Málaga y desde la terraza se ve mejor. El mar me tranquiliza, cuando algunas veces he estado enfadada (la mayoría de veces con mi marido) o depre me voy sola a dar un paseo por la playa, la adoro, no soy de las que están todo el día al sol, me gusta sobre todo en invierno, pasear, sentir la brisa marina y ese olor... ayer hacía viento de levante y toda Málaga olía a marisma eso es lo que más me relaja, me recuerda a mi niñez, yo me crié en Pedregalejo, muy cerca de la playa y mi hermano y yo nada más levantarnos nos poniamos los bañadores y saliamos a buscar cangrejos y caracolas, ya por esa época leíamos los libros de los Hollyster y los cinco y cuando llegaban mis primos queriamos
imitar a los personajes buscando alguna pista inesperada.
También tenía como Amaya un mapa, ahora no lo tengo pero una de mis mayores ilusiones es visitar otros paises y ciudades, por eso siempre estoy dispuesta a viajar siempre que me lo pide alguien.
También estaría bien que alguien se entretuviese viendote jugar al padel a ti y no alrevés. Anímate.