viernes, 30 de mayo de 2008

Licor de zarzamora salvaje: continuación

Temblando estoy ya de que llegue esta noche. Todos los viernes nos reunimos los amigos en el mismo bar y en el mismo sitio y nos tomamos nuestras copitas y nuestros bollitos de sobrasada o roquefort. Pero creo que hoy todo esto se me atragantará puesto que Emilita y "el niño" ya llegaron ayer a Madrid y esta noche estarán aquí. Ya me enviaron un mensaje de móvil diciendo que en Polonia le habían dicho que no existía la zarzamora, que cómo me iba a traer el licor y a Agustín le mandó otro mensaje preguntándole que dónde porras se compraba eso. Encima yo le contesté exigiendo que no se presentase aquí sin mi licorcito, fuera como fuese. Agustín se salvará esta noche porque vive en Fuengirola pero yo no me escapo. Ahora que, eso sí, dejaré claro que toda la pandilla estaba implicada aunque la cara la diéramos Agustín y yo...

5 comentarios:

Beloca dijo...

No es para menos que estes temblando. Si fuese Emilita y el niñó os cogia y os daría una reprimenda de aupa, aunque a lo mejor cuando os viese con la cara de guasa me empezaría a reir y os echaría la bronca más tarde.
Desde luego pobrecitos buscando por todos sitios el licor de Zarzamora salvaje, ya os vale.
Supongo que por un tiempo no os traeran nada de los viajes que hagan.
No tengas miedo, lo bueno de los amigos es que al final todo acaba en risas.
Buen día, espero que mejor que el de ayer.

José Manuel Ubé González dijo...

Acuérdate de no salir de casa sin el casco reglamentario para visitas a amigos enojados. Y vigila lo que te piden cuando viajes tú, jejejeje...

Anónimo dijo...

Acabo de leer el correo electrónico de bienvenida que nos acaba de enviar Emilita. Si la conversación de esta noche tiene el mismo tamaño que le ha puesto a las letras "dios mio que miedo". De todas formas me da mucha pena perdermelo, eso es lo que hace la distancia, pero ya me reiré cuando me lo conteis. ¡Por cierto! lo más fuerte ha sido cuando decía ....QUE LA VENGANZA SERÁ TERIIIIIIIIIIIIIBLE. A ver que nos deparará el futuro.
Bromas aparte, Emilita y el Niño son grandes amigos nuestros, muy buenas gentes y con un gran sentido del humor, que hará que recordemos esta broma con simpatía para siempre.

Anónimo dijo...

Espero que sobrevivas a la cólera de Emilita y el niño.
Que os aproveche los bocadillitos de roquefort y sobrasada y que Dios os coja confesados porque seguro que la pobre Emilita se ha tirado muchos momentos del viaje buscando el licor de zarzamora.
Buen fin de semana a todos.

María Jesús dijo...

Hola Conchi, pues yo te hablo de otro tema, púedes darme información sobre las editoriales donde se llevan las novelas cuando las terminas. Yo escribo novela gotica, me gusta. Un beso.