Hoy escribo mucho más tarde de lo habitual y es que se me ha estropeado el ordenador de la biblioteca desde donde suelo escribir todas las mañanas. He probado con otros ordenadores pero no podía acceder a este apartado. En fin, menos mal que mi amigo Raúl me ha dado la fórmula para poder escribir desde otro lugar.
Ayer llegué agotada de Mérida no sé si por el calor que hacía o porque me tocó hablar muy tarde, a las cinco de la tarde, hora taurina. Así que cuando llegué a casa le pedí a mi hija que me diera un masaje con la rana masajista que me regaló el día de la madre y con una bola que también me compré hace unos días. Se trata de una bola de plástico con pinchitos que sirve, como ya digo, para dar masajes. Nos lo enseñaron en el gimnasio y es una maravilla. Mi hija accedió a darme ese deseado masaje (haciéndome chantaje, claro está) con esta bola "milagrosa" y reconozco que me recuperé bastante y quedé muy relajada. Por lo visto la recomiendan para los problemas de espalda y todo. Hoy intentaré convencerla de nuevo para que me dé otro de esos masajes (que casi los da como una experta) y que te ponen en forma aunque tenga que darle otro a ella a cambio, que también le gustan mucho...
Ayer llegué agotada de Mérida no sé si por el calor que hacía o porque me tocó hablar muy tarde, a las cinco de la tarde, hora taurina. Así que cuando llegué a casa le pedí a mi hija que me diera un masaje con la rana masajista que me regaló el día de la madre y con una bola que también me compré hace unos días. Se trata de una bola de plástico con pinchitos que sirve, como ya digo, para dar masajes. Nos lo enseñaron en el gimnasio y es una maravilla. Mi hija accedió a darme ese deseado masaje (haciéndome chantaje, claro está) con esta bola "milagrosa" y reconozco que me recuperé bastante y quedé muy relajada. Por lo visto la recomiendan para los problemas de espalda y todo. Hoy intentaré convencerla de nuevo para que me dé otro de esos masajes (que casi los da como una experta) y que te ponen en forma aunque tenga que darle otro a ella a cambio, que también le gustan mucho...
2 comentarios:
¡ Vaya suerte, con masajista profesional y todo ! No te falta detalle: comidita preparada todos los días en casa de tu madre, siestecita sagrada, ¡ qué digo, siestorro en toda regla y de varias horas !
Vaya, que vives de lujo: viajecitos, gimnasio...¡Una vida a todo tren !
¡ Y que no cambie !
Las pequeñas cosas del día a día, son todo un lujazo y esos pequeños placeres cotidianos, esas chispas de todos los días nos alegra la vida y nos ayuda a ser más felices; son pequeños momentos de felicidad que hemos de disfrutar y compartir con los familiares y amigos.
¿Una rana masajista y una bola milagrosa? Lo tuyo es el maravilloso mundo del circo, Conchi (nótese la ironía fina, please).
Terminamos las Jornadas. Pásate por el blog invisible y nos veras sudorosos y concentrados.
Un abrazo.
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