viernes, 4 de julio de 2008
Ande yo caliente, ríase la gente
Ayer bajó mucho la temperatura aquí, en Azuaga. Para mí incluso hacía frío. Vine a trabajar con una camisa de manga larga que no me sobró en toda la mañana pero los pies los tenía heladitos porque traía chanclas. Hoy hace menos frío pero he vuelto a venir con camisa de manga larga, con chaqueta y con zapatos de invierno. No me vuelve a pasar lo de ayer, que se me quedaron los dedos congelados. No sé si la gente me mirará con cara rara o pensarán que estoy enferma, pero yo qué a gusto estoy tan abrigadita. Eso sí, tengo las chanclas en el coche, por si luego hace calor. Pero mientras, ande yo caliente, ríase la gente...
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2 comentarios:
Esta frase me recuerda a mi madre.
Siempre decía esto en invierno cuando se ponía sus pantalones y sus guantes, su bufanda hasta casi taparle los ojos. Y es que además, he de deciros que la primera vez que se puso mi madre pantalones era ya con más de 60 años y viuda. No consintió en ponerse unos pantalones en vida de mi padre.Al parecer a él no le gustaba eso en una mujer, creo yo. Aunque ella nunca lo dijo rotundamente. Y mi padre no era muy anticuado; al menos eso pensaba yo.
Pero ella ya de mayor y debido a la mala circulación siempre estaba helada, congelada, ultracongelada y se abrigaba con su pañoleta, sus pantalocitos, sus buenos guantes. No dejaba asomar ni un milímetro de su piel y siempre para ella o para cualquier otra persona aplicaba ese archiconocido refrán: "Ande yo caliente, y ríase la gente".
Hoy ,como casi siempre, vuelvo a acordarme de mi madre.
Y yo estoy pasando una envidia. Hace un calor en mi tierra que es para morirse. Aquí tendríamos que ir o desnudos o como los tuaregs, o sea, que ándeme yo fresquita y ríase la gente. Qué suerte que en verano haga un poco de frío...
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