Por fin, tras casi un mes de ausencia, vuelven mis padres a casa (esto parece el spot del turrón). Después de 15 días en el hospital y algunos más en casa de mi hermana, en Cáceres, regresan a Azuaga y para que no se encuentren la nevera vacía compraré algunas viandas. No podré hacer ninguna especialidad gastronómica porque ya saben que eso no es lo mío, pero para dos o tres días no creo que les falte comida, aunque sean precocinados. Ya tengo ganas de que vengan para que mi madre prepare ese cocido tan bueno, ese arroz que está para chuparse los dedos, ese pescado en su punto... Y es que esto de hacer yo la comida a diario supone no pasar de la tortilla francesa, los macarrones con tomate, las ensaladas de macarrones, etc., etc.
3 comentarios:
Que bien que ya estén en casa. Parece cono si todo volviera a su orden natural ¿verdad? Disfrútalos y disfruta de las comidas de tu madre y a ella seguro que le gusta preparartelas.
Besitos para todos.
Felicidades. Ese es el mejor regalo.
Enhorabuena y muchas felicidades.
Poder estar junto a tus padres es un hermoso regalo. Y si además, te cuidan, te miman, te hacen la comida,etc. no te digo nada.
Que disfrutéis de la mutua compañía y saboreeis -no solo los ricos platos caseros- sino de los pequeños placeres cotidianos en familia.
Además, estos tiempos que se acercan son para disfrutar y pasarlo en familia.
Publicar un comentario