Ya saben ustedes que en invierno voy al gimnasio, a bailar batuka para mover un poco el cuerpo después de tantas horas sentada. Además, todos los días voy a dar un paseo de unos cuarenta minutos que me sienta muy bien. Pero la batuka ya terminó hasta septiembre y los paseos tuve que suspenderlos por la alergia. Después de varios días sin dar una vuelta, hoy volveré a coger el ritmo ya que parece que los síntomas de esta alergia que me mantiene casi asfixiada por fin han remitido. Y es que el cuerpo, cuando no se hace nada de ejercicio, lo nota muy rápido...
2 comentarios:
Y que lo digas.
El cuerpo cuando no hace ejercicio pierde el ritmo y se cansa antes.
Además se nota cuando estás un poco en forma.
Hoy hemos jugado el partido de profesoras contra madres en la "deportiada" del colegio ( ya es todo un clásico) y aunque hemos ganado las profes ( como casi siempre) estoy hecha polvo. Y eso que todas las tardes ando una horita como minimo. Pero este año apenas he ido al gimnasio ni a la piscina y eso se nota.
El cuerpo no está tan ágil como cuando tiene un entrenamiento casi diario y constante.
En fin, hay que recuperar los buenos hábitos, ahora que los días son más largos y que se tiene más tiempo libre.
Es cierto, yo desde que voy al gimnasio de al mediodía estoy mucho mejor, voy a nadar casi siempre y luego un rato al spa, voy con hambre y sin ganas y mientras me pongo el bañador pienso que estaría mejor tumbada en el sofá descasando un rato pero cuando me meto en la piscina y empiezo a dar las primeras brazadas me alegro de no haberlo hecho. Me sienta muy bien para la espalda después de todo el día frente al ordenador y los fines de semana a correr y algo de máquina y spa(qué bien sienta el Spa). Y cuando ya me tiro algún día sin ir lo noto bastante.
Es decir, que el deporte es genial y además engancha. Lo malo es dejar de hacerlo luego cuesta mucho volver a empezar.
Feliz fin de semana.
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