jueves, 26 de marzo de 2009

Lo fácil que es ser amable

Esta mañana he pedido cita para el médico. Como ya hace tiempo que no frecuento el centro de salud, he buscado el teléfono en la guía y me he equivocado llamando a urgencias. Allí me ha atendido una chica muy amable que me ha indicado otro teléfono, 901 (y que yo no tenía ni idea de que existía) para que no intentase llamar a centralita, que hoy no tenían conexión. He llamado al número que me ha dicho y me ha atendido otra persona muy amable que, con paciencia, me ha explicado cómo funciona este servicio y ¡me ha dado la cita! Todo con buen humor y trato afectuoso. Así da gusto comenzar el día...

1 comentario:

Amaya dijo...

Creo que casi siempre resulta más fácil ser amable que contestar mal o tener un mal gesto, una mala contestacion...
Si me apuras, es mayor el esfuerzo para ser maleducado que para ser amable.
No entiendo a la gente que opta por malgastar tanta energía en ser desconsiderado, borde, engreído... y no opta por colaborar con el prójimo y mostrar o realizar un buen gesto y ser educado.
Todo iría mejor si cada uno pusiésemos de nuestra parte.
Todos seríamos más felices.
Y la vida trata de eso; de buscar esos pequeños momentos de felicidad que asoman continuamente por los rincones, y que hay que saber "atrapar".