Esta mañana he pedido cita para el médico. Como ya hace tiempo que no frecuento el centro de salud, he buscado el teléfono en la guía y me he equivocado llamando a urgencias. Allí me ha atendido una chica muy amable que me ha indicado otro teléfono, 901 (y que yo no tenía ni idea de que existía) para que no intentase llamar a centralita, que hoy no tenían conexión. He llamado al número que me ha dicho y me ha atendido otra persona muy amable que, con paciencia, me ha explicado cómo funciona este servicio y ¡me ha dado la cita! Todo con buen humor y trato afectuoso. Así da gusto comenzar el día...
1 comentario:
Creo que casi siempre resulta más fácil ser amable que contestar mal o tener un mal gesto, una mala contestacion...
Si me apuras, es mayor el esfuerzo para ser maleducado que para ser amable.
No entiendo a la gente que opta por malgastar tanta energía en ser desconsiderado, borde, engreído... y no opta por colaborar con el prójimo y mostrar o realizar un buen gesto y ser educado.
Todo iría mejor si cada uno pusiésemos de nuestra parte.
Todos seríamos más felices.
Y la vida trata de eso; de buscar esos pequeños momentos de felicidad que asoman continuamente por los rincones, y que hay que saber "atrapar".
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