jueves, 8 de abril de 2010

La edad no perdona

Tras varias semanas sin escribir en este, mi blog, y aunque pudiera parecer que lo he abandonado (nada más lejos de la realidad) hoy retomo las chispas para volver a dar señales de vida. El título de esta entrada no se refiere a mi edad sino a la de mi ordenador de la biblio. Ya tiene sus añitos y el alzheimer, la artrosis y demás dolencias parece que le están afectando. Sí, les puedo decir que tarda en arrancar una media de 17 minutos. No les miento. Por lo visto la memoria está fatal... Si es que los años no perdonan, claro. Lo he comentado en el ayuntamiento y parece que me lo van a cambiar por otro más jovencito. Ojalá sea pronto. Me da pena desprenderme de mi chatarrilla, que tanto tiempo me ha acompañado, pero ya sabemos que las cosas no duran toda la vida y ya estoy deseando tener un ordenador que tarde dos minutillos en encenderse. Lo que hace acostumbrarse a la rapidez, la velocidad, la inmediatez...

1 comentario:

Tommy Vercceti dijo...

Oh la edad,eso me recuerda a un verso cartagines que lei en un texto historico hara una semana:
Anibal el terrible,soñador nato,se comparaba con un paquidermo erudito en el arte hedonismo cuando de repente se vio sofocado por un deja vu cristiano el cual le hizo naufragar en una travesia subcosciente sobre lo que hoy llamariamos ego o superyo.
Estos versos me encandilaron y son parte de mi filosofia vital y el automasoquismo placentero.
Asimismo querria agradecer los esfuerzos cooperativos de mis camaradas blogeros que al mas puro estilo Bakounin se asocian para formular ciertas teorias eufemisticas e irreverentes,es decir,saludos a Conchi,Cremades,Amaya & company.
Un anonimo encandilado.