domingo, 24 de abril de 2011

Un pueblo fantasma

En un pueblo fantasma se convierte Azuaga cuando llega el domingo de Resurrección. Sí, todo el mundo se va al campo, y no solo el domingo sino también el lunes y el martes. Azuaga se queda desierto y no hay ni un solo bar abierto. Cualquier persona que no sepa qué es lo que pasa pensaría que ha llegado a un pueblo donde no vive ni un alma. Pero lo que más llama la atención es que ni con el mal tiempo que ha hecho, lloviendo casi todo el día, se ha rendido la gente y en el campo (para todos aquellos que no tienen un cortijo) se pueden ver cientos de tiendas de campaña o casetas para reguardarse y es que, habiendo familia, amigos, risas y bebida todo lo demás no importa...

1 comentario:

Amaya dijo...

La verdad que una buena reunión de amigos en perfecta armonía es lo mejor. No importa que haga mal tiempo ni que uno se cobije en una choza, si se está a gusto con los amigos todo lo demás da igual.
Debe ser encantador visitar ese pueblo fantasma en que se convierte Azuaga. Esperemos que no os visiten los espíritus y a más de uno le dé un infarto.