miércoles, 13 de febrero de 2008

Carnaval y tiempos pasados

He estado viendo algunas fotografías de los carnavales de Azuaga. Hay disfraces de todo tipo: Mortadelo y Filemón, Dráculas, toreros y mujeres de mantilla, payasos, viejos... Al ver a estos últimos me he acordado de mis abuelos y de las historias que me contaban. Me decían que las casas en el pueblo siempre estaban abiertas (los robos eran impensables), que con los vecinos existía una relación casi familiar, que se trabajaba muchísimo en el campo, en cuadrillas de hombres y mujeres, y que a la hora de comer todos se reunían para compartir no sólo la comida sino también preocupaciones y risas. Me encantaban esas historias, esa tranquilidad, esa unión... Lo envidiaba, y lo envidio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es envidiable la "sociabilidad" que existía antaño en todos los pueblos de España.
Recuerdo visitar Alhaurín el Grande (os sonará Alhaurín de la Torre por lo de la cárcel , Julián Muñoz, el caso Malaya...), pueblo vecino de Alhaurín de la Torre y pasar las noches de verano jugando en la calle mientras sentados,delante de la puerta y cada uno en su silla, se reunían las vecinas a charlar sobre las cosas de la vida.
Todo era cordialidad, cooperación entre todos.
Ahora vivimos totalmente aislados; apenas damos los buenos días cuando nos cruzamos con alguien a las 7.30 de la mañana - al menos en las grandes ciudades.
Los vecinos apenas se conocen.
Aunque la verdad, lo mejor de la casa donde habito es la buena relación que mantengo con mis vecinos. En mi bloque hay 2 portales con 6 familias en cada uno y en verdad, somos una gran familia.
En verano organizamos multitud de saraos en la piscina, barbacoas, veladas nocturnas y en invierno no faltan las tardes de domingo con cafelito, pastelitos,algún bizcocho casero.
El único inconvenete es que es difícil seguir a rajatabla una dieta. Siempre tengo algún compromiso. ¡ La vida social es dura !