martes, 1 de abril de 2008

Si no fuese por las madres...

Una de las cosas que admiro de mi madre es, aparte de cómo hace de comer, su habilidad para la costura. Aprendió a coser en un curso a distancia y cuando éramos pequeñas nos hacía los vestidos a mi hermana y a mí, y los hacía muy bien. Ella se desespera cuando ve que yo no tengo esa habilidad y no sé ni coser un botón, como se suele decir. Pero yo me aprovecho de esa desesperación y le llevo algunas ropas para que me las "arregle", y todos contentos. Esto es lo que he hecho ahora con unos pantalones que me estaban anchos de cintura y que yo sujetaba con un imperdible (el bajo ni les cuento cómo estaba cosido). Cuando los ha visto mi madre se ha ido asustando poco a poco y antes de que gritase me he ido corriendo de casa. Y es que, a veces, si no fuese por las madres...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

" Madre no hay más que una y a ti te encontré en la calle "
Eso es una realidad ineludible y que las madres son casi perfectas también: saben cocinar, coser, dan
buenos consejos, siempre tienen razón...
Y ya somos dos: yo ni idea de coser. Ponme a hacer marquetería, a montar algún mueble de bricolaje, etc, pero lo que se dice coser, prácticamente ni pegar un botón ; justo , justo.
Además, les encantan a las madres, cuando somos ya adultos, servirnos de gran utilidad en tales menesteres: cocina, costura, cuidar a los nietos...
y a nosotros nos toca huir para no escuchar, a veces, sus recriminaciones... cariñosas.

Beloca dijo...

Pues yo soy todo lo contrario, mi madre no tiene paciencia con estas cosas y no sabe coser ni nada por el estilo, tampoco ha tenido mucho tiempo de aprender la pobre siempre trabajando desde los 8 años.
Lo que sí hace genial es cocinar, lo hace maravillosamente, os aseguro que el arzak y estos otros se quedan a la altura de los talones.
Lo que si me ha enseñado mi madre es a hacer las cosas en condiciones y hacer las cosas por uno mismo, cosa que le agradeceré siempre.
Y ella es la que me dice: Belén coseme este dobladillo o hazme una falda, y yo voy corriendo a hacerle lo que sea porque verle la cara de orgullosa de su hija es algo que me alegra la vida.