miércoles, 21 de mayo de 2008

Librería de viejo

Esta mañana me ha llamado el secretario del ayuntamiento para que fuese a su despacho a ver unos libros que ya no le sirven. He ido a verlos y, además de varias antiguallas, se trataba de una enciclopedia jurídica de 1910, es decir, de hace casi 100 años. Con todo el dolor de mi corazón he tenido que decirle que no puedo tenerlos en la biblioteca porque ni caben ni se utilizarían. Ahora el problema está en dónde colocar esos libros y mis esperanzas están puestas en que se busque alguna sala donde no sólo quepan esas reliquias sino otras muchas que yo tengo aquí y así esta biblioteca no parecería, en ciertas secciones, una librería de viejo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡ Qué pena que a veces nos falte sitio para guardar los pequeños tesoros que vamos recopilando durante la vida !
Los libros viejos se amontonan en estanterías y no hay manera de reutilizarlos salvo que sean ejemplares casi únicos.
Lo viejo no está de moda.
Muchas veces cuando nos cambiamos de casa no sabemos donde colocar tanto libro acumulado.
Mi vecina está haciendo limpieza en casa de su padre, recientemente fallecido y no sabe qué hacer con tanto libro.
Libros de su padre, de su hermano, de su propia infancia...
Hemos preguntado en diversos lugares y no parece que se pueda hacer nada salvo tirarlos.
¡Y da tanta pena tirar un libro! Se te cae el alma al suelo.