Ayer mi amigo el hombre invisible me mandó un meme al que voy a responder hoy en este mi blog. Es un tema con el que el señor Ubé me ha pillado completamente: la comida. Pero, cómo no, voy a contestar a esas preguntas:
1. Un alimento que no me gusta nada
Las acelgas, las espinacas y todas esas verduras que se reblandecen cuando se guisan.
2. Mis tres alimentos favoritos
La paella, el cocido (de mamá, por supuesto) y la empanada de atún.
3. Mi receta favorita
La única que sé hacer sin problemas: ensalada de macarrones.
4. Mi bebida favorita
Uffff... El vino. (El licor de Zarzamora seguro que no).
5. El plato que sueño con realizar
Cualquier plato es para mí un sueño. Comparo la cocina con la ciencia ficción.
6. Mi mejor recuerdo culinario
La verdad es que no tengo en mi memoria ese recuerdo culinario. El único recuerdo que me quedó grabado a fuego fue cuando le freí un huevo a mi padre porque mi madre no estaba. A él le gusta mucho mojar pan en la yema pero en el huevo que le preparé era imposible distinguir la yema de la clara. El pobre, con esa gran paciencia que siempre ha tenido conmigo, se levantó y me llevó a la cocina para enseñarme cómo se fríe un huevo...
Y nomino para jugar a Raúl Cremades y a María Antonia Moreno.
P.D. Qué lástima que no tenga alguna foto original de mi chispa en la cocina...
6 comentarios:
Yo habría jurado que tu bebida era el licor de zarzamora. Mitos que se derrumban.
La verdad es que la cocina para mí es un poco como practicar la alquimia o, siendo menos pretencioso, jugar con el quimicefa.
Besos entre cajas de traslado bibliotecario.
Conchi, además de la ensalada de macarrones, sabes preparar "Truchas al Horno envueltas en Papel Albal", plato de tu época de estudiante.
También se te ha olvidado comentar tu gusto por los "quesos gallegos",
sobre todo los de Vigo.
Un abrazo. ¡Por cierto!, salgo para Galicia en una hora. By-by.
Hola Conchi:
En tu blog sólo he intervenido una vez aunque procuraré hacerlo más. Soy asidua a tu blog y al de Raúl.
Veo que no has decidido todavía hacerte especialista en la cocina, sin embargo, a mi me encanta, y en especial cocinar para personas que realmente valoran lo que haces. Cuando estoy estresada normalmente me voy a la cocina a ver que ideo, he llegado a preparar varias cosas a la vez para relajarme. Hace un tiempo comencé un recetario, he conseguido aunar las recetas familiares, las que veo en la tele, las que arranco de las revistas, para mí es un auténtico tesorito mi libro de cocina, de hecho ya me lo han pedido varias veces algunos amigos y amigas y anda viajando a través de emails, aunque el original sigue en mi poder y como ese ninguno. Hace poco hice un gran descubrimiento, mi madre compró la Thermomix, la uso a diario, hasta la mermelada la hago yo, el pan, todo lo que se tercie, es super cómodo y una buena forma de comenzar con los fogones, te la recomiendo. Que conste que no las vendo y no me llevo comisión.
Un saludo desde Córdoba.
Hola, Conchi. Desde Murcia llego hasta tu blog gracias a esta cadena de cocina, en el que yo también puse mi entrada en su momento. Me encanta que seas bibliotecaria. Yo soy profesora de lengua y literatura y llevo las actividades de animación a la lectura en mi instituto. Un placer el haberte ciber-connocido. Seguiré tu blog. Saludos
Señor Ubé, siento que es mito se haya derrumbado pero los licores le aseguro que no son lo mío.
Hombre de la playa, ¿cómo sabes que yo hacía truyas al horno envueltas en papel Albal? Lo aprendí de mis compañeras de piso cuando vivía en Madrid pero ni me acuerdo cómo era esa receta.
Vanesa y Clares, encantada de "conoceros". Muchas gracias por partticipar en mi blog y espero que podamos seguir compartiendo chispas...
Un abrazo a todos.
Pues a mí Conchi me encanta la cocina.
Pero no suelo cocinar mucho, la verdad. Ya que lo de vivir sola pues tiene como inconveniente que apenas cocino; siempre salgo del paso con una pechuguita de pollo a la plancha, muchas ensaladas y poco más.
Solo cuando espero invitados me esmero en la cocina. Y la verdad que me encanta. Además, yo me crié entre fogones. En uno de los mejores restaurantes de la Costa del Sol de antaño: los 60-70-80.
Mi padre era cocinero profesional y mi madre también trabajaba en la cocina del restaurante. Y aunque no era la chef, reconozco que sus guisos eram mejores que los de mi padre; o tal vez era que ella cocinaba en la casa el día de descanso semanal; el resto de los días comíamos en la cocina del restaurante junto con todos los empleados.
Y así es, yo me crié no en una casa normal, sino entre muchas personas, en los salones y en la cocina de un gran restaurante ( "gran" en todos los sentidos: amplio y de categoría)Tal vez sea por eso que tenga un carácter abierto.
Mi madre me decía de cría que tenía que hacerme relaciones públicas.
Pero estoy segura de que mi infancia entre pucheros, ollas, cacerolas y entre tantos camareros, cocineros, limpiadoras...forjaron mi carácter y mi personalidad.
Y quizás por eso también -como dicen algunas de mis mejores amigas- sea tan paciente en un restaurante cuando veo que tardan en servir la mesa o en atendernos por el ajetreo que hay. Suelo ser muy condescendientes cuando el local está lleno, pero también muy crítica, cuando veo lo chapucero y poco profesionales que son, en algunos casos.
A ver si un día nos vemos y cada uno nos deleita con su "bocado" favorito, o con su especialidad.
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